Apenas 12 meses antes había tenido lugar la ceremonia de colocación de la primera piedra en el nuevo centro de distribución internacional de Leuze, cerca de la sede central de la compañía La construcción se finalizó un año después, cumpliendo de este modo el plazo previsto, y el centro inició su actividad a finales de julio. Desde entonces las filiales de Leuze, así como los clientes nacionales e internacionales, reciben sus suministros desde el nuevo centro de distribución internacional de Leuze, localizado en Unterlenningen (Alemania).
“El continuo crecimiento de la compañía durante los últimos años y nuestra orientación cada vez más global exigían potenciar la logística de distribución”, afirma Ulrich Balbach, CEO de Leuze. De ahí que se haya construido un nuevo centro de distribución internacional en Unterlenningen, cerca de la sede central de Leuze. “La rapidez de respuesta y de los plazos de entrega son críticos, al igual que el funcionamiento de las cadenas logísticas, especialmente cuando se trata de áreas clave del sistema. La pandemia de coronavirus lo ha puesto de manifiesto una vez más y ha reforzado nuestro compromiso con el nuevo edificio”, explica. La compañía ha mantenido un rumbo fijo por lo que respecta a sus decisiones de inversión pese a la recesión económica. La inversión de Leuze, del orden de decenas de millones de euros, marca un claro compromiso con la región, la ubicación de la sede central y las raíces de la compañía. Con esta inversión, Leuze envía un mensaje claro acerca de sus objetivos de crecimiento y su orientación hacia el futuro”, señala Balbach.
Inicio de la actividad en julio
El nuevo centro de distribución inició su actividad tan solo un año después de la ceremonia de colocación de la primera piedra. Ocupa una superficie de 4.000 metros cuadrados en su primera fase de expansión y comprende 40.000 espacios para contenedores. Ya se ha reservado el espacio necesario para su expansión hacia el norte y Leuze ha empezado a trabajar en el plan correspondiente. Desde finales de julio, todos los clientes nacionales e internacionales, así como las filiales de Leuze, reciben sus suministros desde Unterlenningen. El nuevo edificio, que mide en total 80 x 45 x 10 metros, ofrece el espacio necesario para la logística del departamento de entrada y salida de mercancías, el almacén automatizado (AKL) para piezas pequeñas, así como destinado a almacenamiento, recogida y envío. El almacén de piezas pequeñas se encuentra en el centro del nuevo edificio, ocupa 65 x 10 metros y tiene una altura de 16 metros. El concepto del edificio y del espacio es luminoso y acogedor. El techo de cristal y las atractivas oficinas permiten que los empleados trabajen en un entorno lleno de luz natural.
Exposición de los sensores de Leuze
Los sistemas de intralogística fueron instalados por Gebhardt Fördertechnik, un cliente de Leuze, como proveedor de la logística interna y de una innovadora tecnología para el flujo de material. “Como expertos en sensores, era evidente que íbamos a utilizar nuestros propios sensores para los procesos de flujo de material en nuestro centro de distribución. No en vano, la intralogística constituye una de nuestras áreas de especialización y es un sector importante para nosotros”, explica Ibrahim Zuva, Director de Logística y “padrino” del proyecto. La compañía ha acumulado muchos conocimientos y experiencia en aplicaciones relacionadas con la intralogística a lo largo de muchas décadas. Cuando su capacidad tecnológica se aplica en concreto a los segmentos de un sector se obtienen aplicaciones concretas como resultado de ello y uno de ellas es la intralogística. “El nuevo centro de distribución de Leuze utiliza desde luego una gran variedad de nuestros propios sensores para muchas tareas distintas, por lo que es una auténtica exposición de la extraordinaria habilidad de Leuze en el ámbito de la intralogística”, reconoce Zuva con satisfacción.
Compromiso con la sostenibilidad y la protección medioambiental
“Para nosotros estaba fuera de toda duda que la protección medioambiental y la sostenibilidad iban a tener un papel protagonista en el nuevo edificio”, señala Zuva. La política medioambiental y de calidad forma parte de la estrategia corporativa de “the Sensor People”. Durante la construcción del interior, la parte exterior ya lucía vegetación a la que se añadió la plantación de árboles. De esta manera se pudo integrar el edificio a la perfección en el paisaje natural del valle de Lenninger. “A partir de nuestro objetivo de mantener las emisiones de CO2 lo más bajas posibles hemos desarrollado un concepto exclusivo para el consumo de energía en el nuevo centro de distribución que cumple el estándar KfW55. Junto con la iluminación LED incluye un sistema fotovoltaico que puede generar hasta 220 KWP”, explica Balbach. «Esto nos permite cubrir toda nuestra demanda de energía durante los meses de verano. Para cubrir las necesidades de energía externa se han utilizado únicamente materiales primarios y secundarios que permiten ahorrar recursos y se ha certificado que el 100% de la electricidad es ecológica ya que se obtiene de fuentes renovables».
Noticias relacionadas