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El valor del capital intelectual: Jash Bansidhar, Director manager de Advantech Europa

Este capital intelectual, formado por conocimientos y buenos consejos que pueden ofrecer los proveedores y partners, es lo que marca su auténtica diferencia. Conocer la tecnología debe ir unido a los conocimientos sobre la aplicación, permitiendo así que los sistemas se especifiquen y personalicen adecuadamente… y que estén preparados para el futuro.

El ritmo de transformación del sector industrial se sigue acelerando. El crecimiento de Internet de las Cosas (IoT) y el impulso de la Industria 4.0 aumentan la presión sobre los sistemas, no solo para ofrecer una visibilidad completa de las operaciones en tiempo real sino también para añadir funciones como planificación de la producción con el fin de cubrir rápidamente las cambiantes necesidades de los clientes.

Existe un enorme y creciente número de sistemas informáticos a disposición de los fabricantes que tratan de controlar sus operaciones de forma óptima. Es una parte fundamental de la inversión y debe mostrar un valor medible. Los compradores han de manejar unas tecnologías que convergen constantemente y seleccionar entre un enorme número de proveedores que aseguran disponer de la mejor solución.

Durante los últimos años han sido muchos los centros que han adoptado un sistema de almacenamiento de los datos basado en cloud computing, donde los datos se almacenan de manera remota y solo son accesibles para los usuarios a través de Internet. No obstante, en algunas aplicaciones se ha adoptado el sistema basado en edge computing, donde la computación y el almacenamiento de datos se administran cerca de la ubicación donde se necesiten con el fin de ayudar a optimizar el tiempo de respuesta y ahorrar ancho de banda.

Jash Bansidhar, Managing Director, Advantech Europe | Foto: Advantech

Garantizar la solución más adecuada forma desde luego parte de la productividad en el futuro, al igual que la selección del hardware y el software correctos.

Por ejemplo, los ordenadores embebidos – plataformas a medida de la aplicación que gestionan una determinada función controlada por software dentro de un sistema eléctrico o mecánico más grande, como un controlador lógico programable (PLC) – pueden tener niveles muy variables de complejidad. Resulta sencillo establecer unas especificaciones demasiado elevadas que suponen un considerable coste añadido, pero unas especificaciones demasiado bajas también implican sus propios problemas. Más allá de las prestaciones de tipo técnico, es posible que los ordenadores embebidos tengan que hacer frente a unas adversas condiciones ambientales como temperatura extrema, humedad, choques, vibraciones y polvo.

La situación es similar con los ordenadores embebidos sin ventilador, cuyo funcionamiento se caracteriza por su escaso ruido y bajo consumo, y que cada vez son más populares gracias al crecimiento del edge computing. Se presentan en varios formatos y se suministran en versiones modulares y con E/S listas para usar. Una vez más, el tamaño exacto y el tipo de sistema necesario vendrá determinado por la naturaleza exacta de la aplicación.

Está claro que hay que tener en cuenta muchos aspectos en la fase de diseño y especificación, y es probable que el coste que supone tomar una decisión equivocada sea significativo. Por tanto, los proveedores tienen que suministrar algo más que productos, especialmente cuando trabajan con personas que quizás no sean expertas en el campo. Esta es la mejor manera de lograr que los clientes obtengan lo que necesiten de su inversión.

El aprovechamiento de los conocimientos técnicos y sobre la aplicación puede convertir las plataformas tecnológicas abiertas de un simple hardware y software en soluciones IoT completas y a medida de cada aplicación, capaces de ofrecer un rendimiento tangible de la inversión. La participación desde un principio de un proveedor experimentado e independiente que hagas las veces de asesor, como Advantech, garantiza disponer del sistema más apropiado.

 

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