Festo, proveedor mundial de soluciones de automatización, ha presentado su última solución biónica inspirada en la naturaleza: el BionicSwift, una golondrina robótica capaz de volar de manera controlada y coordinada en un espacio aéreo definido, gracias a su orientación por GPS. Su creación representa el próximo capítulo para la firma alemana en el desarrollo de objetos voladores biónicos y abre la puerta a nuevas aplicaciones industriales. Este proyecto, entre otros, podrá verse en la feria virtual de Festo, que tendrá lugar del 15 al 16 de julio de 2020. Si quieres saber más sobre BionicSwift, están el sitio ideal. A continuación te contamos algunos de sus características más destacadas.
Nueva inspiración para la intralogística
La red inteligente de objetos de vuelo y la orientación GPS permiten que un sistema de navegación en 3D se pueda utilizar en las fábricas del futuro. Por ejemplo, al localizar con precisión el flujo de materiales y bienes, se pueden mejorar los procesos y se pueden predecir cuellos de botella. Además, los robots voladores autónomos podrían usarse para transportar materiales, como una forma de optimizar el uso del espacio dentro de las plantas.
Vuelo natural
Para ejecutar maniobras de vuelo tan fieles a la vida como sea posible, las alas están inspiradas en el plumaje de pájaros reales. La agilidad de las aves artificiales no se debe solo a su diseño liviano y su cinemática aerodinámica, sino también al uso de la integración de funciones. Festo Bionic Learning Network tiene una larga tradición de inspirarse en el vuelo natural. Tanto en ingeniería como en la naturaleza, cuanto menos peso hay para mover, menos material se requiere y menos energía se consume. Es por eso que el BionicSwift pesa solo 42 g a pesar de tener una longitud de 44,5 cm y una envergadura de 68 cm. Gracias a ello, es extremadamente ágil y capaz de volar en bucles y hacer giros cerrados.
Plumas aerodinámicas
Para poder replicar el vuelo natural, las alas de los BionicSwifts están inspiradas en plumas de aves. Las láminas individuales están hechas de una espuma ultraligera, flexible pero robusta, que se superponen entre sí. Las “plumas” se despliegan durante el movimiento ascendente del ala, permitiendo que el aire fluya a través de ella. Esto significa que los biónicos requieren menos potencia para impulsar-se hacia arriba. A continuación, las láminas se cierran durante la carrera descendente para proporcionar al robot volador un vuelo más enérgico.
La agilidad del ave artificial no se debe solamente a su diseño liviano y a su aerodinámica, también a la integración de funciones. El cuerpo del pájaro contiene la construcción compacta para el mecanismo de aleteo, la tecnología de comunicación, los componentes de control del ala y la cola. A través de la interacción inteligente de los motores y los sistemas mecánicos, la frecuencia de los golpes del ala y la cola para las diversas maniobras se consiguen movimientos precisos.
Coordinación GPS de la maniobra de vuelo
El vuelo coordinado y seguro de las aves robóticas es posible gracias al GPS de interior basado en tecnología de radio de banda ultra ancha (UWB). Varios módulos de radio se montan en el entorno, formando anclas fijas que definen el espacio aéreo controlado. Cada pájaro está equipado con un marcador de radio que envía señales a las bases, lo que permite ubicar la posición exacta del pájaro y enviar los datos recopilados a un ordenador central, que funciona como sistema de navegación.
El sistema puede usar rutas preprogramadas. Si las aves se desvían, debido a un cambio repentino en las condiciones ambientales, como el viento o la temperatura, corrigen inmediatamente su ruta interviniendo de forma autónoma, sin necesidad de piloto humano. La comunicación por radio significa que es posible detectar la posición, incluso si hay obstáculos o el contacto visual se pierde parcialmente. El uso de UWB como tecnología de radio garantiza un funcionamiento seguro y sin interferencias.
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